martes, 4 de octubre de 2011

2.3.2 Efectos Colaterales, valor estético y tecnología

LA NATURALEZA DE LA TECNOLOGÍA

Desde que el ser humano apareció sobre la Tierra hay tecnología. De hecho, las técnicas utilizadas en la elaboración de instrumentos se toman como una evidencia contundente de los albores de la cultura humana. En general, la tecnología ha sido una fuerza poderosa en el desarrollo de la civilización, más aún cuando se ha fraguado su vínculo con la ciencia. La tecnología lo mismo que el lenguaje, el ritual, los valores, el comercio y las artes es una parte intrínseca de un sistema cultural y les da forma y refleja los valores del sistema; además, es una empresa social compleja que incluye no solamente la investigación, el diseño y las artes, sino también las finanzas, la fabricación, la administración, el trabajo, la comercialización y el mantenimiento en el mundo actual.
En el sentido más amplío, la tecnología aumenta las posibilidades para cambiar el mundo: cortar, formar o reunir materiales; mover objetos de un lugar a otro; llegar más lejos con las manos, voces y sentidos. El ser humano se sirve de la tecnología para intentar transformar el mundo a fín de que se adapte mejor a sus necesidades. Tales cambios pueden referirse a requerimientos de sobrevivencia como alimento, refugio o defensa; o pueden relacionarse con aspiraciones humanas como el conocimiento, el arte o el control. Pero los resultados de cambiar el mundo son con frecuencia complicados e impredecibles; pueden incluir beneficios, costos y riesgos inesperados los cuales pueden afectar a diferentes grupos sociales en distintos momentos. Por tanto, anticipar los efectos de la tecnología es tan importante como prever sus potencialidades.
Aquí se presentan recomendaciones acerca del conocimiento relacionado con la naturaleza de la tecnología que se requiere para la formación científica y se destacan las formas de pensar que pueden contribuir a utilizarla con sensatez. Las ideas se dividen en tres grupos: 1. la relación de la ciencia y la tecnología 2. los principios de la tecnología misma, y 3. el vínculo entre ésta y la sociedad.

TECNOLOGÍA Y CIENCIA
La tecnología recurre a la ciencia y la enriquece
En el pasado, la tecnología se originó en la experiencia personal con las propiedades de las cosas y con las técnicas para manipularías, fuera del saber práctico trasmitido de expertos a aprendices durante muchas generaciones. El conocimiento práctico que se trasmite actualmente no es sólo el arte de profesionales aislados, sino también un vasto conjunto de palabras, números y cuadros que describen y marcan directrices. Pero tan importante como el conocimiento práctico acumulado es la contribución a la tecnología que proviene del entendimiento de los principios que subyacen en la forma en que se comportan las cosas; es decir, desde la perspectiva de la comprensión científica.
La ingeniería, la aplicación sistemática del conocimiento científico al desarrollo y uso práctico de la tecnología, ha pasado de ser un arte a una ciencia por sí misma. El conocimiento científico ofrece un medio para estimar cuál será el comportamiento de las cosas incluso antes de hacerlas u observarlas. Además, la ciencia con frecuencia sugiere nuevos tipos de conducta que nunca se habían imaginado antes, y así conduce a nuevas tecnologías. Los ingenieros usan el conocimiento de la ciencia y la tecnología, junto con estrategias de diseño, para resolver los problemas prácticos.
A su vez, la tecnología aporta los ojos y los oídos de la ciencia y también algo del músculo. La computadora electrónica, por ejemplo, ha conducido a un progreso sustancial en el estudio de sistemas atmosféricos, patrones demográficos, estructura genética y otros sistemas complejos que no hubieran sido posibles de otra manera. La tecnología es esencial a la ciencia para efectos de mediciones, recopilación de datos, tratamiento de muestras, computación, transporte hacia los sitios de investigación (como la Antártida, la Luna y el fondo del océano), colección de muestras, protección de materiales peligrosos y comunicación. Cada vez más, se están desarrollando nuevos instrumentos y técnicas a través de la tecnología que hacen posible el avance de varias líneas de investigación científica.
Sin embargo, la tecnología no solamente provee herramientas para la ciencia, también ofrece motivación y guía para la teoría e investigación. Por ejemplo, la teoría de la conservación de la energía se desarrolló en gran parte debido al problema tecnológico de aumentar la eficiencia de las máquinas de vapor comerciales. La identificación de las localizaciones de todos los genes en el ADN humano ha sido motivada por la tecnología de la ingeniería genética, lo cual hace posible dicha identificación y brinda una razón para hacerlo.
A medida que las tecnologías se hacen cada vez más complejas, sus interrelaciones con la ciencia se fortalecen. En algunos campos, como la física del estado sólido (que incluye transistores y superconductores), la habilidad de hacer algo y la capacidad para estudiarlo son tan interdependientes que la ciencia y la ingeniería apenas pueden separarse. La nueva tecnología requiere con frecuencia una comprensión nueva, al tiempo que las nuevas investigaciones necesitan a menudo tecnología nueva.
La ingeniería combina la investigación científica y los valores prácticos
La ingeniería es el componente de la tecnología que está ligado de manera más estrecha con la investigación científica y los modelos matemáticos. En su sentido más amplio, la ingeniería consiste en el análisis de un problema y en el diseño de su solución. El método básico concibe primero un enfoque general y luego resuelve los detalles técnicos de la construcción de los objetos (como un motor de automóvil, un chip de computadora o un juguete mecánico) o procesos requeridos, (como la irrigación, la votación de una opinión o la prueba de un producto).
Mucho de lo que se ha dicho sobre la naturaleza de la ciencia se aplica también a la ingeniería, particularmente el uso de las matemáticas, la interacción de la creatividad y la lógica, el anhelo de ser original, la variedad de personas que intervienen, las especialidades profesionales, la responsabilidad pública, etc. De hecho, hay más individuos con título de ingenieros que aquellos que se denominan científicos, y muchos de estos últimos están desarrollando trabajo que podría describirse como ingeniería y también como ciencia. De manera similar, muchos ingenieros están dedicados a la ciencia. Los científicos observan patrones en los fenómenos para hacer más comprensible el mundo; los ingenieros también los ven para hacer el mundo manipulable.
Los científicos buscan demostrar que las teorías concuerdan con los datos; los matemáticos tratan de proporcionar la prueba lógica de las relaciones abstractas; los ingenieros intentan demostrar que funciona lo que han diseñado. Los científicos no pueden ofrecer respuestas a todas las preguntas; los matemáticos son incapaces de probar todas las conexiones posibles; los ingenieros no pueden plantear soluciones a todos los problemas. Pero la ingeniería afecta al sistema social y la cultura de manera más directa que la investigación científica, con implicaciones inmediatas para el éxito o fracaso de las empresas humanas y para el beneficio o daño personal. Las decisiones en el área de ingeniería, ya sea para diseñar el cerrojo de un aeroplano o un sistema de irrigación, entrañan de manera inevitable valores sociales y personales, así como juicios científicos.

2.3.3 Valores y el uso racional de recursos naturales

El desarrollo de la agricultura propició la producción de grandes cantidades de
alimentos con mayor fiabilidad y en áreas de tierra más pequeñas. Se perdió entonces la
dependencia de los recursos salvajes, concentrándose en las regiones agrícolas la mayor
parte del alimento demandado.
Con las nuevas demandas, el ambiente natural pronto excedió en su capacidad de
proveer las necesidades primarias, generándose en la población necesidades
secundarias. Primero mediante el desarrollo de herramientas de cultivo y más tarde con
animales domésticos para ayudar en las tareas agrícolas. Los nuevos requisitos
obligaron a fertilizar las tierras con objeto de hacerlas más productivas. A su vez, para
los alimentos que no podían ser consumidos crudos se necesitaron materiales para
cocinar. Así, una amplia variedad de recursos naturales fueron precisados durante el
levantamiento de las tierras agrícolas y el establecimiento de las poblaciones urbanas.
Con el crecimiento de la civilización y la concentración de personas en ciudades,
aumentaron los requisitos de recursos naturales y se extendieron aun más las
necesidades secundarias.
Fue necesario organizar la agricultura sobre grandes áreas para proveer a los habitantes
urbanos. El transporte desde las granjas a las ciudades llegó a ser esencial, así como el
suministro a las industrias de metales y todo género de minerales, piedra, madera para la
construcción de edificios, vehículos, etc. Además, fueron requeridos gran cantidad de
animales domésticos (vacas, cerdos, ovejas, etc.). Las necesidades de las poblaciones
urbanas aumentaron más allá de la simple supervivencia. Así, el hombre urbano se
separó de la vida salvaje, pero esa ligadura ha perdurado siempre oculto en su ser, por
ello siempre que puede abandona temporalmente las grandes urbes y recurre a ese
contacto directo con la naturaleza de donde procede.
En su uso presente, la conservación de recursos naturales incluye una amplia gama de
conceptos subsidiarios. Uno de ellos es el uso racional del ambiente, que incluye la
preservación de áreas reservadas, sea para el estudio científico, o como utilidad estética
o recreacional.
La preservación también sirve a un propósito ecológico para mantener la función del
ambiente total, tal como la protección de bosques que asegure el sostenimiento de agua
para las poblaciones urbanas; o la protección de estuarios que sostenga una pesquería en
el océano. Pero la preservación o la protección de recursos naturales no es sólo
preocuparse de la conservación; un uso racional también implica conservación. Así,
segar las mieses, limpiar el bosque, rozar los prados para el ganado, pescar, son
actividades coherentes y necesarias; igualmente, se puede considerar una parte legítima
del uso racional de recursos la caza de animales salvajes, cuando se llevan a cabo de
forma que perpetúen el recurso y no lo pongan en peligro.
Estas actividades envuelven otro concepto, el de rendimiento sostenido. Se entiende
como rendimiento sostenido, por ejemplo, cuando se caza y pesca tomando sólo el
sobrante anual de individuos, así como no poner en peligro las crías que mantendrán ese
sostenimiento. Igualmente, la tala de árboles o el corte de céspedes debe eliminar
únicamente el incremento anual, o la porción capaz de ser reemplazada a lo largo de un
periodo de años, mediante proceso natural o con ayuda humana si es necesario.
Si en un futuro se redujera el crecimiento de la población, sería posible disfrutar de un
buen desarrollo tecnológico, un buen nivel de recursos vivos, y una amplia gama de
lujos, en tanto que la presión sobre los recursos disponibles sobre la tierra sería
aceptable. Pero con el crecimiento de la población humana, con una tecnología cada vez
más exigente, y con crecientes demandas de materiales, la presión sobre dichos recursos
de la Tierra aumenta firmemente. Todas estas circunstancias imprimen al ser humano un
futuro incierto. Sólo mediante el fomento de la concienciación social en cuanto a las
limitaciones humanas sobre la Tierra, complementado con políticas realistas de
conservación, reutilización y reciclaje, se podría dar un giro a estas tendencias sin
perder en esencia la calidad de vida que nos hemos dado y que luchamos frenéticamente
por mantener.
Existen áreas más amplias de captación o uso de recursos naturales tales como la
atmósfera o los océanos, en los cuales la utilización por parte del usuario no se
encuentra bajo una autoridad reconocida, esto provoca a menudo que el recurso quede
deteriorado. Aunque cada pescador genera con sus actividades un efecto muy pequeño
en los recursos del océano, el efecto de las actividades de todos los pescadores
amenazaría su existencia. De forma semejante, cada conductor de un automóvil no
poluciona por si solo la atmósfera global, pero todos los automóviles circulando por
todas partes del mundo, contribuyen a que se forme un nivel de polución muy
apreciable. Es aquí, donde se precisa una autoridad reconocida que ejercite el control.

2.3.4 Valores y control de contaminación ambiental

Para solucionar el problema de la contaminación es de urgente necesidad tomar algunas
medidas.
1. El Estado debe preocuparse del problema de la contaminación, dando leyes severas,
controlando su cumplimiento y sancionando a los transgresores. El problema ambiental
es un problema que afecta al bien común y a la calidad de la vida, y, en consecuencia,
no puede quedar al libre albedrío de las personas. El bien común es una responsabilidad
del Estado como representante del bienestar de todos los ciudadanos.
2. Una alta responsabilidad incumbe a los gobiernos municipales, responsables directos
de la disposición de la basura y las aguas servidas; del control del parque automotor; de
las áreas verdes; del control de los ruidos molestos; del ornato, y de las emisiones
contaminantes en su jurisdicción.
3. Los ciudadanos deben tomar más conciencia del problema, exigir respeto por el
medio ambiente y no contribuir a su deterioro. El aporte de los ciudadanos,
individualmente, puede ser muy grande en algunos aspectos:
· No arrojar la basura y los desechos en las calles ni en cualquier lugar.
· Evitar los ruidos molestos, tanto a nivel de barrio (escapes abiertos, bocinas, música
fuerte) como a nivel doméstico.
· Erradicar hábitos sumamente contaminantes, como el escupir y hacer deposiciones en
la calle o en los parques y jardines, etc.
· Sembrar árboles y colaborar en el mantenimiento de las áreas verdes.
· No utilizar productos que contienen contaminantes, como CFC (desodorantes en
aerosol), gasolina con plomo, etc.
· Si utilizan vehículos automotores, regular periódicamente la combustión del motor
para evitar la producción de gases tóxicos.
4. Se deben usar alternativas menos contaminantes como abonos orgánicos en lugar de
los sintéticos; transformar los desechos urbanos orgánicos en abonos; controlar
biológicamente las plagas, es decir, combatir los insectos dañinos con sus enemigos
naturales, etc.
5. Prohibir la propaganda ciega para los insecticidas, herbicidas y otras sustancias
tóxicas, debiéndose alertar obligatoriamente al usuario sobre los efectos contaminantes
y letales de las mismas.
6. Educar a la población a través de las escuelas y medios de comunicación (TV, radio,
periódicos) en el respeto por el medio ambiente y en la erradicación de pésimas
costumbres de contaminación ambiental